jueves, 11 de septiembre de 2008

Gato negro

¿Por qué me divorcié?
Porque mi ex hacía cualquier cosa con tal de no estar con nosotros: se iba a pescar, practicaba deportes, dormía siestas eternas y miraba muchísima televisión. Llegaba siempre muy tarde, y en sus ratos libres se juntaba con sus amigos.
No era distinto cuando estuvimos de novios, pero para cuando me casé yo ya sabía que el Príncipe Azul no existe, que mi primer amor se había vuelto un poco loco, vivía en Brasil y engañaba a la esposa, y que a mi ya me tocaba la hora de tener hijos antes de que fuera demasiado tarde.
Pasé muchos años tratando de que nuestro matrimonio funcionara, y fue peor, Cuando más intentaba acercarme, él más se alejaba. “Dejame hacer mi vida”, me decía, “Me invadís”.
Me divorcié porque tenía un marido frío, ausente,indiferente, que no me daba un mango y gastaba plata en cada uno de sus caprichos.
No se porqué creí que el divorcio mejoraría la situación.
Ahora tengo un ex marido frío, ausente, indiferente, que no me da un mango y gasta montones de plata en cada uno de sus caprichos… y los de su actual mujer. Mi ex es un purista del sadismo: se empeña en hacerme la vida imposible solo a mí. Desde que nos divorciamos, por primera vez en la vida veo que escucha lo que yo quiero, para hacer exactamente lo contrario.
A veces me pregunto si tanto odio no lo enfermará. No, qué va. La que se enferma soy yo, por falta de sueño. Porque si querés trabajar teniendo hijos chicos, la única manera es no dormir de noche. No es difícil: litros de café, cigarrillos, el walkman a mil, y dale que va, adelantando trabajo. Neustadt se ufanaba de dormir cinco horas por día....¡Yo duermo cuatro, y digo menos pelotudeces!
El papá de mis hijos pasa la cuota de alimento que puso él, y me la baja cada vez que necesita más guita para cambiar la 4x4 por un Audi, o para construirse la casa en Cariló. Hay que comprenderlo: su nueva mujer colecciona bolsos Vuitton. Un paquete de salchicha para sus hijos duran dos minutos, pero los Vuitton son eternos. El nene anda con las zapatillas destrozadas heredadas del hermano mayor, mientras mi ex cambia el motor de su lancha de 3000 a uno de 5000 caballos. Casi los siento relinchar. Cada vez que le agrega caballos, me pisotea la vida. ¿Viste que los varones compran juguetes y los hombres adultos compran juguetes caros?...El se compra motos, kayaks, home theatre, palos de golf, lanchas, un equipo de aire acondicionado split por cada habitación. Y sigue siendo un niño. Me consuelo pensando que si siguiéramos casados haría lo mismo: yo reciclando ropa y él comprando chiches de última generación. El nene no tiene una campera de invierno decente, pero el le compró una moto electrónica recargable a $300. ¿Sabés todo lo que hubiera hecho yo con esos 300 pesos? ¡Hubiera comprado diez pares de zapatillas nuevas en Constitución! ¡Sesenta jeans en ferias americanas! ¡Veinte bicicletas usadas! Yo me camino quince cuadras para comprar los tomates 30 centavos mas baratos...y con lo que mi ex se ahorra, viaja a Disney World.
Yo nunca le pedí un Vuitton. Le salimos re baratos. Y sin embrago, la psamos bien, sin lanchas ni palos de golf . “Mami, quiero hacer una fiesta”....¿Por que no? ¡Televisión y pochoclo casero para todo el mundo! Mami, quiero invitar a unos amigos...¡ Hagamos barriletes y echémoslos a volar! Mami, tengo una fiesta de quince y quiero ir de largo...¡ te hago un vestido! Yo hago magia con la ropa. Compro pantalones usados para el mayor, que se los pasa al del medio que se los pasa al menor. En casa, cada trapo tiene ocho vidas : a los pantalones los convierto en bermudas , a las bermudas en shorts, a los shorts en minifaldas, a las minifaldas en pañuelos, a los pañuelos en trapos rejilla, los trapos rejilla en cama del gato. Las sábanas pasan a cortinas pasan a manteles, y los manteles a pareos. Nunca tiro nada. Estoy haciendo una bola de trozos de piolines atados que va a salir en el Guiness de los Record. Tengo más bolsitas de nylon que COTO y Carrefour juntos .Mis ensaladeras son baldes de helado que quedaron de Navidad. Los pulóveres los deshago y los vuelvo a tejer. Los artículos de limpieza se los compro a granel a una amiga que los vende en Munro. Demoro una hora en traerme dos bidones de detergente, pero con la diferencia comemos un trozo de carne. ¡Y les tapo la boca con el churrasco a los chicos que dicen “papá nos hace asado con pechito de cerdo todos los fines de semana”. Pechito de cerdo…¡ Mira este pechito argentino como se la banca la malaria con la frente en alto!
La vida ahora cuesta mucho más cara que antes. No solo por la inflación galopante. Sino porque estamos usando miles de cosas que nuestros padres no usaban.
Cuando yo era chica nadie compraba crema de enjuague...Usábamos champú y nos enjuagábamos con vinagre, para que el pelo brille. No usábamos desodorante de ambientes: encendíamos fósforos . No teníamos ni diskettes, ni Cd Roms, ni tampones. No usábamos “cremas de peinar”: ¡nos peinábamos! Nada de agua mineral saborizada y bebidas diet: agua de la canilla ¡No necesitábamos milanesas de soja, ni pan de salvado, ni Oreos bañadas, ni corn flakes, ni Zucosos....! El Paraíso no era el queso Filadelfia, sino que te florezca el jardín. En las vacaciones no había spas, ni resorts con menú gourmet, sino camping libre y polenta. Y gracias a Dios que no vivimos en Estados Unidos. Me cuentan los chicos que el padre trae de allá rellenos para tortas, maquillaje en aerosol para piernas, esencia artificial de panceta, huevo en polvo, maní en crema... ¡ Que manera de gastar plata! Dicen los pibes que el ni usa todo eso. Trae Toblerones gigantes de los Duty Free y se le vencen en las alacenas. Cuando lo van a abrir, está rancio.
Los chicos se quejan , pero lo adoran “Papá dijo que cuando le salga un negocio, me va a comprar la Play Station 2”. Creo que sale como $ 400¿ Sabes lo que hago yo con 300 pesos? Le compro los aparatos de ortodoncia a la nena que tiene los dientes torcidos y los lentes de contacto al mayor, que no va a bailar porque le acompleja usar anteojos.
Mi ex siempre me echa en cara que me quedé con la casa. Pero desde que el no está, no pude ponerle un mango encima. Se llueve en la cocina, el living y en mi habitación . Ya no me alcanzan los tachitos para tanta gotera. Para que venga un plomero o un techista, tengo que hacerlo llamar a mi primo. Viste que en esos gremios, si escuchan la voz de una mina, te dicen “Disculpe, tengo otra llamada”. Pero si llama un tipo, le dicen “En un rato estoy allá”. A veces ni a mi primo le dan bola. Es más fácil que se aparezca el mismo Jesucristo en la puerta de casa a que venga un plomero. Después te dejan todo desarmado, por la mitad, y no vuelven en tres semanas, y vos sin poder usar el agua de la cocina, y todos duchándose y lavándose los dientes y colando los fideos en el lavadero, porque cuando viene el plomero también cierra la llave de paso del baño, y quien vaya al baño tienen que cargar un balde en la cocina para que lo que hizo en el inodoro no quede a la vista . Por eso ayer se armó, porque Pablo no vio que en la pileta estaban los fideos con salsa porque en el lavadero ya no hay lugar, y les tiró sus zapatillas embarradas encima para lavar …y tuvimos que tirar todos los fideos humeantes. Casi lo mato a mi hijo, qué despistado es.
Estoy agotada. Porque todo es muy desparejo. A los chicos los tengo que llevar a la escuela y al médico yo, a las reuniones de padre voy yo, al club los llevo yo, y el padre solo aparece en los fin de de semana, a disfrutar del tiempo libre. Nunca les saca los piojos ni le corta las uñas. Me enteré de que la mina de él dijo algo de en qué me estaré gastando la plata si los chicos andan con esa ropa, porque claro, no les compro Kosiuko ni Clavin Klein. Me dijo una amiga que necesito una mano, que no puedo con todo con sola. Claro que me gustaría conocer a un tipo bueno, que se quede, que me ayude un poco. Mira lo que pido. No es muy romántico, ¿no? . Ya no busco al amor de mi vida, sólo alguien que me de una mano acostando a los chicos cuando me caigo a pedazos, llamando al techista que no me da bola, abriendo el capot del auto para ver qué tiene que hace meses que no arranca, abrazándome cuando me siento tan cansada, tan cansada. Tan cansada, que con tal de que alguien me abrace tendría otro hijo. Si, ya sé que los bebes no te abrazan porque te aman, sino para no caerse. ¿Pero cuantos hombres hacen lo mismo? Sólo quiero un hombre que llame al plomero, que hable con el mecánico, que me traiga un café cuando me paso la noche trabajando...
Pero no tengo tiempo ni fuerzas para arreglarme y salir a conocer a nadie. Y quien querría meterse con una divorciada con hijos pobres de padre rico, en una casa que se está suicidando. Tiene tumores en la madera, chancros en el metal, heridas en la pintura...
Tendría que irme de acá. Ahora veo a mis hijos que, a medida que van creciendo tienen los mismos mohines que el padre, sus mismos gestos, su misma mirada. Hay que ser fuerte para resistirlo. Mi ex no ha salido de esta casa: está en las caras de ellos. Qué hermoso debe ser ver a tus hijos crecer junto al hombre amado, y ver que ese rostro amado se repite por cinco. No me sucedió. Bueno, algo deben parecerse a mí. Yo no lo veo, tal vez lo ve el padre, y por eso tal vez me odia tanto. Fijate que la única que tiene trato con los profes, dentistas y médicos de los chicos soy yo : el ni se anima a llevarlos a ninguna parte porque dice que de eso no entiende,. Y tampoco lo paga, y asi es como cada uno de los chicos tuvo que sacrificar las clases de tenis, la guitarra y Tendríamos que empezar de cero en otra parte . Esta casa tiene fantasmas de los peores. Los fantasmas de cuando creíamos que seríamos felices, una pretensión tal vez desmesurada. No sé que hacer. La ley permite que la madre se quede en la casa mientras haya menores, para conservar la calidad de vida. Qué ironía. No sé de qué calidad de vida hablan si no me alcanza para pagar impuestos. Tres veces me cortaron el teléfono por falta de pago. Hay tantas goteras en el garage, que el auto está más seco durmiendo en la calle.
Claro, mi ex me dejó un auto, que era un clavo: demasiado viejo para él, no le servía para salir de levante. Lo tengo yo. Pero se me está oxidando en la puerta. Para que ande, lo tendría que llevar al mecánico, pero no tengo plata. Mejor lo vendo. Pero para venderlo, lo tendría que llevar al mecánico. Y no tengo plata. Es como una calesita siniestra : en mi vida se repiten los problemas. Los veo pasar, siempre los mismos, una y otra vez, sin salir del atolladero. No puedo arreglar ese auto. No distingo un árbol de levas de un carburador. Una amiga me recomendó un mecánico de divorciadas: le pagás cuando podés y todas le deben guita“¡Es tan bueno!”, me dijo.¿Bueno? ¡Flor de boludo! ¿Cómo puedo creer que semejante ganso me va a arreglar el auto? ¿Qué le pone adentro? ¿Latas atadas con alambre en lugar de repuestos? Mejor lo dejo oxidándose en la puerta. No queda mal. Al menos se ve que tuvimos auto....
Además, descubrí que debajo del auto vive una gata que tuvo cría. Una familia entera, cinco gatitos y la mamá, igual que nosotros. ¡Chicos, vengan a ver! ¡Qué lindo! ¿Que quién es el papá? Puede que sea el gato negro, ese que a veces aparece de noche, entre las sombras. Dicen que traen mala suerte, porque en la antigüedad los caballos de los carruajes no los veían hasta último momento. Y cuando los veían de cerca se asustaban, se encabritaban y producían terribles accidentes, sólo por asustarse con un gato oscuro como la noche. Por eso a los gatos negros conviene distinguirlos de lejos. No, los papás gatos no se quedan con los hijitos, se van con otras gatas.
¿Vamos a ver si alguno de los gatitos es negro como el papá? Miren, hay uno, dos tres …creo que son cuatro. Sí, son todos negritos. Salieron al papá. ¿No son divinos?

1 comentario:

minino dijo...

agridulce... triste... amargo... pero muy hermoso...