martes, 27 de octubre de 2009

Loca

Christine era blanca como la nieve, rubia comio un trigal al sol, con ojos celestes como el hielo antiguo. Llegó de Bruselas a Cuba tratando de restañar la heridas de un trabajo insalubre y un corazón roto, por un artista que la hizo creer amada, cuando en realidad él solo quería compartir sexo y cervezas los fríos sabados a la noche cuando se cansaba de pintar.Ella sentía que el corazón se le partía al medio cada vez que él la invitaba a volver sola a su casa , " porque mañana tengo mucho trabajo" . Ella se retiraba cubriendo el cuello con su chalina de lana, y salia a caminar por el empedrado húmedo de Bruselas, enganchandose los tacones en cada adoquín , nublándosele la vista con cada carrito de bebé empujado por una mamá orgullosa de su querube de cachetes sonrosados. Iba directo al café de siempre, a tomar un chocolate caliente con una gauffre tibia. Roiedaba de parejas que se hablaban en secreto mirándose a los ojos. Olivier nunca tomaba chocolate caliente. Tampoco quería salir con ella. Mucho menos mirarla a los ojos y tomarla de las manos para calentar sus dedos pálidos. Y tras mucho llorar como las lluvias belgas de invierno, un día Christine cambió de ruta del atelier, y en lugar de ir del atelier de Olivier a la chocolatería...fue directo a su casa , tanto el dolía le corazón al saber que ella lo amaba diez , mil veces más a çel que él a ella. Paso justo por una agencia de viajes donde le llamo al atención una foto de un sol, una palmera y una rubia sonriendo en la playa. " Esa podría ser yo" se dijo. Apuntó el numero de la agencia que promocionaba pasajes a Cuba . Llegó a su casa, se quitó los guantes, llamó a la agencia y decidió huir del frio.
Dos semanas desspues estaba en La Habana, sin guantes ni chalina.Cambió choclliate por mojitos y se puso a bailar cada vez que escuchaba musica . Un mulato alto bailó con ella y la acompoañó al hotel, No oliá a trementina, como Olivier, sino a ron. Lo invitó a su cuarto y al dia siguiente él no se escapó: la invitó a su casa . Alli unos amigos asaron langostas de mar en su honor, y le enseñaron a bailar salsa. Uno de ellos se la llevó a la playa de noche y le hizo el amor entre manglares. la llevó en bicileta a su pueblo y allí convoco a sus parientes para que descargaran tocando sones en guitarra . Un primo de él se la llevó cuando todos estaban ya ebrios de cantar y danzar la llevó en moto hasta Gibara, el primer sitio de América que vio Colón . Visitaron a sus amigos, en medio de un apagón de luz, de los que son tan frecuentes en la isla. Su íntimo amigo, aprovechando el apagón, llevó a Christine a su casa para mostrarle su colección de libros de poesía francesa . Y como era tarde, Chsristine se quedó dormidsa, enroscando sus piernas blancas con las piernas morenas de él y descansando su cabeza rubia en su pecho morrudo. Él tampoco la echó , sino que la llevó a recorrer las selva de Cabo Saitía, y se diviertieron dandole pan a los caimanes . Luego la llevó de vuelta a la Habana, donde antes de ir al hotel pasaron a tomar una cervezas en un bar donde tocaba una banda de jazz . El saxofonista la vio y quedó prendado, y no paró ce mirarla hasta llevársela a su casa . Le enseñó a tocar los bongós y la sumó a la banda. Luego ella se enamoró del contrabajista que la llevó a su casa , donde hacían fiestas todos los dias. En el barrio se comentaba que había una belga rubia, que al llegar a Cuba se volvió loca de remate . Pero loca de verdad, vecina , ¿ eh? .Pobre chica, perdió los estribos, la cabeza, y sus raíces. Loca , totalmente loca.

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